¿Como ayuda el CBD + THC en casos de sindrome de Tourette?

El síndrome de Tourette: ¿Qué es exactamente?

En 1885, el médico francés Georges Gille de la Tourette describió por primera vez la enfermedad neuropsiquiátrica «síndrome de Gilles de la Tourette», en la que los pacientes, caracterizada por la presencia de tics.

Es importante hacer una distinción entre un tic vocal (sonido repentino) y un tic motor (movimiento involuntario). Si hay varios tics motores y al menos un tic vocal, estamos ante un indicio del síndrome de Tourette.

Además de la distinción entre tics vocales y motores, los tics también se dividen en simples y complejos. Los primeros generalmente involucran grupos de músculos individuales (por ejemplo, parpadeo, espasmos, gruñidos) y los segundos involucran a varios grupos de músculos (por ejemplo, gestos obscenos, ecolalia, saltos).

La frecuencia y la fuerza de los tics puede variar. Si, por ejemplo, se agregan factores de estrés o alegría, los síntomas suelen volverse más fuertes. Por otro lado, los síntomas suelen disminuir levemente cuando la concentración es alta.

Además, muchas personas con síndrome de Tourette también desarrollan el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o sufren depresión, ansiedad o trastorno obsesivo compulsivo.

Aproximadamente, entre 4 y 12 de cada 100 niños desarrollan varios tics a partir de los seis años. Estos generalmente desaparecen por sí mismos después de un tiempo. Solo uno de cada 100 niños desarrolla un tic crónico (síndrome de Tourette).

¿Cómo puede ayuda el CBD + THC al ST?

  1. Abajo frecuencia de tics: el beneficio merecedor del puesto número uno en esta lista, es la disminución de los tics en el paciente, esto se debe a que este conforma uno de los problemas más comunes y el que caracteriza a esta enfermedad, los tics pueden ser inofensivos como pueden llegar a causar molestias tanto para el paciente como para otras personas, ya que se engloban desde simples movimientos involuntarios de una mano o un ojo, hasta movimientos motores mucho más complejos, donde se invade y en algunos casos se molesta el espacio personal de un desconocido. El THC tiene la ventaja de actuar sobre receptores CB1 en el SNC para aplacar este síntoma.
  2. No mas trastornos del sueño: estos trastornos son bastante comunes en todo paciente con síndrome de Tourette, ya que durante la etapa del sueño llamada REM el cuerpo produce un aumento en los movimientos involuntarios, probablemente debido a la relajación del musculo y la activación neuronal durante esta, así también se menciona la capacidad de este síndrome de alargar el tiempo de capacidad para conciliar el sueño. En este caso el CBD es el indicado para evitar este síntoma, ya que gracias a sus poderes relajantes puede llevar a la persona a una conciliación del sueño durante toda la noche.
  3. Adiós TOC: uno de los trastornos asociados a esta enfermedad es el trastorno obsesivo compulsivo o TOC, el cual suele estar presente en algunos pacientes y es suele ser bastante perjudicial para su salud, sobre todo a la hora de tratar encajar en la sociedad, pudiendo este a su vez causar un aumento de la agresividad; gracias a las investigaciones se ha hallado una interacción del THC con el sistema endocannabinoide donde este reduce considerablemente los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo.
  4. No mas ansiedad: Por muy inofensivo que parezca, la ansiedad puede ocasionar o agravar los problemas durante el síndrome de Tourette, y esta suele tener muchas causas, sin embargo, para el cannabis eso tampoco es problema, el CBD ha demostrado ser un interesante ansiolítico ante estos síntomas, profundiza esta información en nuestro tema de CBD para tratar la ansiedad.
  5. Potencia fármacos convencionales: si eres paciente de Síndrome de Tourette probablemente ya tienes un tratamiento farmacológico indicado por tu especialista, y cambiarlo por el uso de cannabis no es lo recomendado, por el contrario, se invita a agregar el cannabis medicinal a el tratamiento convencional para ayudar a mejorar la salud del paciente, además un estudio demostró la efectividad del cannabis como potenciador de ciertos fármacos como los antipsicóticos.

Tanto el CBD como el THC son efectivos en el tratamiento del síndrome de Tourette, sobre todo usándolos combinados en una relación 1:1, si bien estos compuestos no son la cura para la enfermedad, sí plantean un panorama bastante agradable al paciente, demostrando mejorías en la calidad de vida de este.

Utilidad clínica de los cannabinoides

El cannabis ha sido utilizado terapéuticamente desde hace cientos de años. No obstante, hacia la mitad del siglo XX, las sustancias derivadas del cannabis desaparecieron casi completamente debido al surgimiento de drogas más potentes y confiables, la inestabilidad farmacéutica del cannabis, las dificultades para la estandarización y las restricciones legales. En la década de 1970, la definición estereoquímica y la síntesis del THC, así como la caracterización del sistema de receptores cannabinoides y sus ligandos endógenos (endocannabinoides, anandamida [araquidonoiletanolamida] y 2-araquidonoilglicerol [2-AG]) durante los ’90, renovaron el interés por el uso médico potencial del cannabis y sus derivados. En muchos países no está autorizada la utilización terapéutica de Cannabis sativa L., de manera tal que para investigar el efecto de los cannabinoides en diferentes condiciones médicas, la mayor parte de los estudios clínicos se llevaron a cabo con THC o nabilona, un derivado THC sintético.

Actualmente, el THC se utiliza en el tratamiento de las náuseas y vómitos asociados a la quimioterapia en pacientes oncológicos y para estimular el apetito y el aumento de peso de los individuos con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). Por otra parte, existen indicios de que el THC podría mejorar el dolor neuropático, la espasticidad, la ataxia y el temblor de la esclerosis múltiple. Además, se ha sugerido que esta molécula podría resultar efectiva en el tratamiento del dolor agudo y crónico y otras enfermedades como la epilepsia, glaucoma y asma. Los estudios preliminares mostraron efectos beneficiosos del THC en el tratamiento de trastornos hiperquinéticos como la distonía y la discinesia inducida por la levodopa en la enfermedad de Parkinson (para una revisión).

Tratamiento del ST con cannabinoides

Sobre la base de dos informes de casos en 1988 y 1994, que incluyeron en total 4 pacientes, se sugirió por primera vez que el fumar (ilegalmente) marihuana (Cannabis sativa L.) podía mejorar no sólo los tics sino también las alteraciones de la conducta asociadas al ST. Estos pacientes adultos habían comunicado que no tenían síntomas y presentaban una mejoría significativa de sus tics o su anticipación (sentimiento premonitorio), del comportamiento autolesivo, el mantenimiento de la atención y la hipersexualidad cuando fumaban regularmente marihuana.

Estos informes iniciales fueron sustentados por una encuesta retrospectiva que se llevó a cabo mediante una entrevista estandarizada a 64 pacientes consecutivos con ST atendidos en la Tourette Clinic de la Facultad de Medicina de Hannover, Alemania. De los 17 pacientes que informaron la utilización previa de marihuana, 14 (82%) presentaron disminución o remisión completa de los tics motores y vocales, mejoría del sentimiento premonitorio, del comportamiento obsesivo compulsivo (COC) y del ADHD.

Sobre la base de estos informes prometedores se llevaron a cabo otros estudios que investigaron la utilización del THC en el tratamiento del ST. En un estudio de caso único no controlado se encontró que una dosis oral de 10 mg de THC fue efectiva no solo para disminuir los tics motores y vocales (el puntaje de gravedad del tic se redujo de 41 a 7 según la Tourette’s Syndrome Global Scale [TSGS]) sino que mejoró la atención, el control de impulsos, el COC y la anticipación de los tics. La cuantificación de las funciones cognitivas a través de pruebas neuropsicológicas indicó una mejoría en la detección de señales, la atención sostenida y el tiempo de reacción luego del tratamiento con THC.

Otro estudio de caso único sugirió que el tratamiento combinado con THC y un neuroléptico atípico (amisulpirida) fue superior al empleo de cada droga por separado. Esta observación clínica es congruente con los resultados de estudios en ratas, lo que demuestra que la hipocinesia inducida por el neuroléptico aumentó significativamente luego de la coadministración del THC.

Estos resultados preliminares fueron confirmados por un ensayo aleatorizado, a doble ciego, cruzado, controlado con placebo y de dosis única en 12 adultos con ST. Estos pacientes fueron tratados por única vez con 5.0, 7.5 o 10 mg de THC. Mediante una escala de autoevaluación (Tourette Syndrome List [TSSL]) se observó una mejoría significativa de los tics (p = 0.015) y el COC (p = 0.041) luego del tratamiento con THC, en comparación con el placebo.

Los puntajes obtenidos por el examinador (Shapiro Tourette-Syndrome Severity Scale [STSS], Yale Global Tic Severity Scale [YGTSS] y TSSG) demostraron una tendencia a favor de una mejoría significativa (p < 0.1) o incluso una mejoría significativa manifiesta (p < 0.05) cuando se implementaron diferentes subescalas para los tics motores y vocales. No se observaron reacciones adversas graves. Cuatro pacientes comunicaron cefaleas, náuseas, mareos, sofocos, cansancio, disminución de la concentración y alegría, aunque un paciente presentó mareos, ansiedad, temblor, sensibilidad al ruido y a la luz, sequedad bucal y ataxia durante 30 minutos.

Para investigar la influencia de una única dosis de THC sobre el desempeño neuropsíquico se utilizaron una variedad de pruebas: la versión alemana del Auditory Verbal Learning Test, Digit Span (subescala de la Hamburg-Wechsler-Intelligence-Scale),Multiple Choice Vocabulary Test, la Prueba de Retención Visual de Benton, la prueba de Detección de Señales, el Tiempo de Reacción de Viena, Atención Sostenida (basada en la Prueba de Pauli), Atención Dividida, la Escala de Depresión de Hamilton y el Symtom Checklist 90-R (SCL-90-R). No se observaron diferencias significativas en las memorias verbal y visual, tiempo de reacción, inteligencia, atención sostenida, atención dividida, vigilancia y estado de ánimo luego del tratamiento con THC, en comparación con el placebo. Los datos relevados mediante la SCL-90-R mostraron indicios de un deterioro del COC y un incremento de la ansiedad fóbica.

Hasta la fecha existe solamente un estudio aleatorizado, a doble ciego, controlado con placebo, que haya estudiado el efecto del THC en el ST. En este estudio, 24 adultos con ST fueron tratados con 5 a 10 mg de THC durante un período de 6 meses. Los puntajes utilizados por el examinador, como la Escala de Impresión Clínica Global (GCIS), STSS, YGTSS y una escala basada en videos indicaron la existencia de diferencias significativas (p < 0.05) o una tendencia (p < 0.1) entre los pacientes que recibieron THC y el grupo placebo en diferentes visitas durante el período de tratamiento. Mediante la utilización de las autoescalas (aplicadas por el propio paciente) se constató una diferencia significativa entre ambos grupos en 10 días de tratamiento diferentes (p < 0.05); 13 días después se detectó una tendencia significativa (p < 0.1).

El análisis de la varianza (ANOVA) indicó también una diferencia significativa (p = 0.037). Siete pacientes abandonaron el estudio o debieron ser excluidos, aunque solamente uno debido a efectos colaterales. No se observaron efectos adversos graves. Cinco pacientes del grupo THC comunicaron efectos colaterales leves como cansancio, sequedad bucal, mareos y síndrome confusional. Tres pacientes del grupo placebo mostraron cansancio, mareos, ansiedad y depresión. Un paciente medicado con THC interrumpió el tratamiento en el día 4 (dosis de 5 mg) debido a que presentó ansiedad y excitación.

Nuevamente, se utilizaron distintas pruebas para analizar la influencia del THC sobre el desempeño neuropsicológico: la versión alemana del Auditory Verbal Learning Test, la Prueba de Retención Visual de Benton, Atención Dividida y el Multiple Choice Vocabulary Test. No se observaron efectos deletéreos sobre el desempeño neuropsicológico, durante el tratamiento o luego de éste, mediante la curva de aprendizaje, interferencia, memoria o reconocimiento de listas de palabras, el período de memoria visual inmediata y la atención dividida. La cuantificación del período de memoria verbal inmediata sugirió, asimismo, una mejoría durante el tratamiento y luego de éste. El COC, la ansiedad, la depresión y el “estado emocional actual” no se modificaron [datos no publicados].

La experiencia clínica aportó algunos indicios de que el tratamiento con THC podría ser más efectivo en mujeres que en varones con ST. Debido a que esta patología es más frecuente en el sexo masculino (proporción 4:1), la mayor parte de los estudios incluyeron más varones que mujeres, de manera tal que la casi totalidad de los datos disponibles se basan en los resultados obtenidos en los primeros. Durante los últimos años, hemos tratado con THC a algunas mujeres aquejadas de ST que no habían respondido al tratamiento neuroléptico o presentaron efectos adversos significativos y sí lo hicieron al THC [datos no publicados]. Se necesitan estudios controlados para investigar si, efectivamente, el sexo influye en el efecto terapéutico del THC en el ST.

Referencias:

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4. Hemming M, Yellowlees PM. Effective treatment of Tourette’s syndrome with marijuana. J Psychopharmacol 1993; 7(4):389-391.
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10. Berding G, Müller-Vahl K, Schneider U, et al. [123I]AM281 SPET imaging of central CB1 receptors before and after D9-THC therapy and whole body scanning for assessment of radiation dose in Tourette patients. J Biol Psy 2004; 55(9):904-915.

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