¿QUÉ ES EL IBUPROFENO?
El ibuprofeno es un compuesto sintético muy utilizado en medicamentos antiinflamatorios y analgésicos. Es el principal ingrediente de muchos fármacos antiinflamatorios no esteroideos, o AINE, de venta libre, como Advil o Motrin. Los AINE con ibuprofeno son unos de los medicamentos más accesibles y más consumidos del planeta. Esto se debe en parte a la gran variedad de sus usos. Se suelen utilizar para aliviar el dolor, reducir la inflamación y la fiebre, acabar con los dolores de cabeza, y prevenir la formación de coágulos de sangre, entre otras cosas.
¿Para cuáles condiciones o enfermedades se prescribe este medicamento?
El ibuprofeno de venta con receta se usa para aliviar el dolor, la sensibilidad, la inflamación y la rigidez ocasionados por la osteoartritis (artritis debida a la degradación del revestimiento de las articulaciones) y la artritis reumatoide (artritis debida a la inflamación del revestimiento de las articulaciones). También se usa para aliviar dolores leves y moderados, como el dolor menstrual (dolor que se presenta antes del período menstrual o durante el mismo). El ibuprofeno de venta libre se usa para bajar la fiebre y para aliviar dolores leves como dolores de cabeza, dolores musculares, artritis, cólicos menstruales, molestias del resfriado común, dolores de dientes y dolores de espalda. El ibuprofeno pertenece a una clase de medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroides (AINE). Actúa deteniendo en el cuerpo la producción de una sustancia que provoca dolor, fiebre e inflamación.
¿Cómo se debe usar este medicamento?
El ibuprofeno de venta con receta se presenta en forma de tabletas para administrarse por vía oral. Por lo común, se toma tres a cuatro veces al día para la artritis, o cada 4 a 6 horas, según sea necesario, para el dolor. El ibuprofeno de venta libre se presenta en forma de tabletas normales, tabletas masticables, suspensión (líquido) y gotas (líquido concentrado). En general, los adultos y niños mayores de 12 años pueden tomar el ibuprofeno de venta libre cada 4 a 6 horas, según sea necesario, para el dolor o la fiebre. Por regla general, a los niños y los bebés se les puede dar ibuprofeno de venta libre cada 6 a 8 horas para el dolor o la fiebre, según sea necesario, pero no más de 4 dosis cada 24 horas. El ibuprofeno se puede tomar con alimentos o con leche para prevenir el malestar estomacal. Si está tomando ibuprofeno con regularidad, debe tomarlo a la(s) misma(s) hora(s) todos los días. Siga atentamente las instrucciones del empaque o la etiqueta de la receta y pídales a su médico o a su farmacéutico que le expliquen cualquier cosa que no entienda. Tome el ibuprofeno según lo indicado. No aumente ni disminuya la dosis, ni la tome con más frecuencia que la indicada en la etiqueta del envase o en la receta de su médico.
¿Cuáles son los efectos secundarios que podría provocar este medicamento?
El ibuprofeno puede provocar efectos secundarios. Avísele a su médico si cualquiera de estos síntomas es grave o no desaparece:
- estreñimiento
- diarrea
- gases o distensión abdominal
- mareo
- nerviosismo
- zumbidos en los oídos
Algunos efectos secundarios pueden ser graves. Si tiene cualquiera de estos síntomas o de los mencionados en la sección ADVERTENCIA IMPORTANTE, llame a su médico de inmediato. Deje de tomar ibuprofeno hasta que hable con su médico.
- aumento de peso inexplicable
- respiración entrecortada o dificultad para respirar
- hinchazón del abdomen, los pies, los tobillos, o las piernas
- fiebre
- ampollas
- sarpullido
- comezón
- urticaria
- hinchazón de los ojos, la cara, los labios, la lengua, la garganta, los brazos, o las manos
- dificultad para respirar o tragar
- ronquera
- cansancio excesivo
- dolor en la parte superior derecha del abdomen
- náuseas
- pérdida del apetito
- coloración amarillenta en la piel o los ojos
- síntomas parecidos a los de la gripe
- palidez
- latidos del corazón rápidos
- orina turbia, descolorida o sanguinolenta
- dolor de espalda
- dificultad o dolor al orinar
- visión borrosa, cambios en el color de la visión u otros problemas de la visión
- ojos enrojecidos o doloridos
- rigidez en el cuello
- dolor de cabeza
- confusión
- agresividad
¿QUÉ ES EL CBD?
El cannabidiol, también conocido como CBD, es un cannabinoide de la planta del cannabis. Se trata de un compuesto no psicoactivo que no induce efectos que alteran la mente. No obstante, tiene un enorme valor medicinal. La investigación preclínica y clínica ha demostrado que el CBD es eficaz para el tratamiento de una gran variedad de afecciones médicas, ente las que se incluye la inflamación y el dolor relacionado con esta. El CBD se tolera muy bien, incluso en dosis altas, y no plantea ningún riesgo de sobredosis. El cannabidiol se puede consumir de muchas formas, como en cápsulas, tinturas, e-líquidos o comestibles.
El CBD se suele utilizar para combatir diversos trastornos de la salud como la ansiedad, la depresión, el síndrome de abstinencia, la inflamación, la artritis, ciertas formas de epilepsia, enfermedades cutáneas, el dolor físico, el dolor neuropático, los síntomas relacionados con el cáncer, etc.
¿CÓMO FUNCIONA EL CBD?
En cierto momento, los investigadores creían que el CBD interactuaba de forma directa con los receptores CB1 y CB2 del cuerpo y el cerebro. Sin embargo, estudios más recientes indican que no es así. El CBD funciona a través de numerosos procesos.
Se ha demostrado que el CBD reduce la inflamación haciendo que las células inmunes interrumpan su producción de citoquinas. La ciencia también ha demostrado que el CBD influye en los receptores responsables de modular el dolor, y por consiguiente, lo mitigan. Algo que hace limitando la absorción de anandamida, un compuesto asociado con la regulación del dolor. Mediante este proceso, el CBD reduce tanto la cantidad de dolor que se siente como la inflamación que lo causa.
Además, el CBD estimula el sistema endocannabinoide del cuerpo para ayudar a mantener un mejor nivel de cannabinoides endógenos en el organismo. A su vez, el sistema endocannabinoide está en mejores condiciones de desempeñar su función reguladora de aspectos como el estado de ánimo, el apetito o el sueño.
¿DEBEMOS CONSUMIR IBUPROFENO O CBD?
Tanto el ibuprofeno como el CBD son una opción apropiada para el tratamiento del dolor y la inflamación. Sin embargo, difieren en ciertos aspectos clave que podrían afectar a la experiencia de su consumo y a la salud en general.
EL CBD TIENE MENOS EFECTOS SECUNDARIOS
La diferencia más importante entre ambos compuestos son los efectos secundarios que producen. Los AINE como el ibuprofeno tienen la mala fama de causar numerosos efectos adversos.
Estos efectos y las complicaciones derivadas del consumo de AINE son muy comunes, y a veces, pueden ser muy graves. Los efectos secundarios ocasionados por los AINE incluyen úlceras, sangrado gastrointestinal, tinnitus, dolor de cabeza, mareos, problemas hepáticos, problemas renales, inflamación de las piernas, hipertensión, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, y la muerte. El riesgo de experimentar efectos secundarios por el comsumo de AINE es de un 25%.
En comparación, el riesgo de experimentar efectos secundarios con el CBD es mucho más bajo. Además, en un solo día se pueden consumir cantidades mucho más grandes de CBD de forma segura. Un estudio de 2011 descubrió que el cuerpo humano tolera dosis gigantescas de hasta 1.500mg al día. Al no ser tóxico, el CBD es también una opción mucho más segura para los riñones y el hígado. En lo que respecta a la salud cardiovascular, la investigación ha demostrado que, a diferencia del ibuprofeno, el CBD no afecta a la presión arterial, la frecuencia cardíaca ni la temperatura corporal.
Cuando se experimentan efectos secundarios con el CBD, suelen ser muy leves. Un estudio de 2017 sobre la seguridad del consumo de CBD, identificó como sus efectos secundarios más habituales el cansancio, la diarrea y los cambios en el apetito y el peso. Todos los efectos secundarios desaparecieron inmediatamente al interrumpir la ingesta de CBD.
EL CBD ES MÁS APTO PARA EL CONSUMO HABITUAL
El consumo frecuente o el abuso de los AINE tiene el potencial de conducir a la hospitalización o incluso a la muerte. La mayoría de los efectos secundarios del ibuprofeno se suelen experimentar tras un consumo prolongado. Por ello, a quienes deban medicarse habitualmente contra el dolor o la inflamación, les convendría más elegir el cannabidiol. El CBD es mejor solución que el ibuprofeno, tanto a corto como a largo plazo, porque se puede consumir una cantidad mayor en un solo día, y porque sus efectos secundarios a largo plazo son más leves.
EL CBD PROPORCIONA UN ALIVIO INMEDIATO
Otra ventaja del consumo de CBD es lo rápido que aparecen sus efectos. Cuando se toma por vía oral, los efectos del ibuprofeno se suelen sentir tras unos 20 o 30 minutos. Para determinados tipos de dolor, el ibuprofeno requiere de hasta 3 semanas de consumo habitual para que funcione. En comparación, cuando se vapea, se fuma o se consume por vía sublingual, los efectos del CBD se sienten en cuestión de minutos, o incluso segundos.
EL CBD ESTÁ DISPONIBLE EN MUCHAS FORMAS
El CBD ofrece unas opciones de dosificación mucho más flexibles que los AINE de venta sin receta. El CBD se puede consumir en forma de cápsulas, comestibles, tinturas, aceites, e-líquidos, polvos, pomadas y lociones. Las variedades de marihuana ricas en CBD también se pueden fumar o vapear con un efecto parecido.
EL CBD ES UNA MEJOR OPCIÓN PARA DEPORTISTAS
El CBD ha adquirido mucha popularidad entre los deportistas por su capacidad para mejorar tanto los entrenamientos como la recuperación. Al no ser psicoactivo, se puede consumir antes y después de ejercitarse. Además, dado que apenas tiene efectos secundarios, es posible tomarlo con otros suplementos de forma segura. Si se toma antes de hacer ejercicio, el CBD proporciona un aumento de energía y una relajada sensación de concentración. Cuando se toma después de un entrenamiento, el CBD relaja los músculos y alivia el dolor, la tensión y la inflamación de forma inmediata.
Muchos deportistas que toman CBD se benefician de varios efectos a la vez. Las propiedades ansiolíticas del CBD reducen la ansiedad, lo que a su vez mejora el sueño. Además, los investigadores creen que las cualidades neuroprotectoras del CBD podrían ayudar a proteger el cerebro de conmociones cerebrales y otras lesiones.
