CBD para epilepsia

¿Qué es?

La epilepsia es un trastorno neurológico provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro. La persona afectada puede sufrir una serie de convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva. A esto se le llama «ataque epiléptico».

Para considerar epiléptico a alguien, los ataques deben repetirse con cierta frecuencia (ataques recurrentes). La epilepsia tiene su origen en unos cambios breves y repentinos del funcionamiento del cerebro; por esta razón, se trata de una afección neurológica.

Epidemiología

De todos los afectados por epilepsia, un 25 por ciento sufre de epilepsia farmacorresistente; en ocasiones se puede recurrir a intervenciones quirúrgicas para mejorar su pronóstico. Para tratar a estos pacientes hay unidades de cirugía de la epilepsia en España que realizan cerca de 200 intervenciones al año.

Además, existen 26.000 casos de pacientes epilépticos diagnosticados con discapacidad, de los cuales solo el 25 por ciento se encuentra en situación laboral activa. De ellos, 18.000 sufren limitaciones en el trabajo y 12.000 tienen dificultades para desplazarse a su centro laboral.

A nivel mundial se estima que hay cerca de 50 millones de personas con epilepsia, mientras que en Europa afecta a unos 6 millones de habitantes y se registran unos 400.000 nuevos casos cada año.

Causas

Las personas que tienen epilepsia sin indicios acostumbran a tener su primer ataque entre los 2 y los 14 años de edad, aunque puede ocurrir en cualquier momento de la vida, independientemente del sexo o la raza. La epilepsia es un trastorno con muchas posibles causas. Cualquier cosa que impida o distorsione el patrón de actividad neuronal normal puede conducir a la aparición de una crisis epiléptica. Se ha observado que algunas personas epilépticas tienen una cantidad más alta de neurotransmisores activos (sustancias encargadas de conducir el impulso nervioso entre las neuronas), lo cual incrementa la actividad neuronal. En otros pacientes se ha observado una cantidad baja de inhibidores de dichos neurotransmisores, lo cual también aumenta la actividad neuronal. En ambos casos aparece la epilepsia.

  • Predisposición hereditaria. Es más probable que una persona tenga convulsiones si sus padres han padecido crisis convulsivas. Actualmente, se está tratando de localizar el gen responsable de las crisis convulsivas.
     
  • Estado de maduración del cerebro. Incluso entre las distintas edades pediátricas, hay una enorme diferencia en la frecuencia de convulsiones infantiles. En la etapa prenatal el umbral es muy alto y las crisis poco frecuentes; en el recién nacido (primeros 30 días) el umbral es bajo y las crisis frecuentes. Entre los 2 y los 5 años el umbral va aumentando hasta que alcanza el nivel máximo a los 5 años. De esto se podría deducir que la maduración cerebral por sí sola modifica la frecuencia de las crisis convulsivas. También se puede pensar que los síndromes epilépticos en niños son completamente diferentes a los de los adultos.
     
  • Existencia de lesión cerebral. El cerebro puede estar programado para desarrollarse normalmente, pero puede sufrir lesiones durante el embarazo, el nacimiento o más adelante. Las lesiones pueden deberse a tumores cerebrales, alcoholismo o consumo de otras drogas, Alzheimer, meningitis, encefalitis, sida, ciertas alergias, etc., porque todo ello altera el normal funcionamiento del cerebro. Los infartos y enfermedades cardiovasculares también influyen en la aparición de un ataque epiléptico porque privan al cerebro de oxígeno.
     
  • Reparaciones incorrectas. En algunos casos, el cerebro intenta reparar los daños causados, pero puede generar conexiones neuronales anormales que podrían conducir a la epilepsia.

¿Cómo actúa el CBD?

El cannabidiol (CBD), una molécula extraída de la planta de cannabis probada como tratamiento para la epilepsia difícil de tratar, ha mostrado resultados prometedores. Tomar aceite de cannabidiol reduce las convulsiones a la mitad en algunas personas que sufren el síndrome de Dravet o de Lennox-Gastaut.
Históricamente, el cannabis fue utilizado tanto de forma recreativa como con fines medicinales. Pero, en la década del 60 y 70 la droga se estigmatizó y el interés por el estudio de sus propiedades terapéuticas disminuyó.
Pero, en los últimos años, el interés renació y comenzaron a hacerse nuevas pruebas de medicamentos a base de cannabis para tratar la epilepsia severa. A pesar de que muchos medicamentos se han desarrollado en los últimos 100 años para la epilepsia, sólo disminuyen las crisis en el 70 % de los pacientes.  La situación es particularmente sombría para las personas con epilepsia refractaria (como el síndrome de Dravet o el síndrome de Lennox-Gastaut) que comienzan en la infancia e implican múltiples crisis al día, con el deterioro cognitivo, retraso en el desarrollo y alteraciones del comportamiento.

Los nuevos resultados prometedores

El estudio más reciente sobre el tema se presentó en la 69° Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología, que se llevó a cabo en Boston.
 La investigación evaluó los beneficios de cannabidiol en 225 personas con una edad promedio de 16 años, que sufrían de síndrome de Lennox-Gastaut. El estudio aleatorio, doble ciego, controlado con placebo duró 14 semanas y probó si un aceite de cannabidiol redujo el número de un tipo específico de convulsiones, conocidos como ‘convulsiones Drop’, en comparación con un placebo.
 Los participantes tenían un promedio de 85 ataques mensuales y previamente habían intentado una media de seis medicamentos para la epilepsia. Durante el estudio, estaban tomando un promedio de tres fármacos.
 A un grupo se les suministró una dosis diaria mayor de 20 mg /kg, a otros una dosis menor de 10 mg /kg y a un tercer grupo placebo, como un complemento a su tratamiento.
 Los científicos informaron que los que tomaron la dosis más alta tuvieron una reducción del 42% en sus convulsiones.
 El grupo que tomó la dosis más baja redujo sus episodios en un 37%, mientras que los participantes que tomaron el placebo tuvieron una reducción del 17 %.
 También se evaluaron los efectos secundarios: los presentaron el 94% de los participantes que recibieron la dosis más alta de aceite de CDB, el 84 % de los que tomaron la dosis más baja y el 72% de los que tomaron placebo.
 Sin embargo, los efectos secundarios fueron moderados: los dos más comunes fueron disminución del apetito y somnolencia.

Acción anticonvulsivante del CBD en el tratamiento de la epilepsia

Este efecto del CBD fue una de sus primeras acciones descritas por varios investigadores a lo largo de los años 70 y 80.

El o los mecanismos de acción por los que el CBD podría actuar no están completamente comprendidos y conocidos, pero sí se sabe que en su presencia aumentan los niveles de anandamida, uno de los cannabinoides endógenos.

Interacciones del CBD con otros fármacos antiepilépticos

Las interacciones del CBD con otros fármacos antiepilépticos deben ser tenidas en cuenta pues puede aumentar el efecto de algunos como por ejemplo el fenobarbital al inhibir su destrucción, e interferir con el efecto de otros como el clordiacepóxido y la etosuximida. En consecuencia, se debe estar atento a la aparición de efectos adversos, los que pueden deberse más a la falta de inactivación de los fármacos antiepilépticos que al propio CBD. Esto no significa que el CBD no tenga efectos indeseables, pero estos son de leves a moderados y retroceden rápidamente con los ajustes de dosis o supresión del tratamiento.

Cuando se incorpora el uso de CBD en el tratamiento de la epilepsia, la medicación convencional no debe suspenderse bruscamente, sino disminuirse las dosis lentamente y bajo control médico a la medida que se presentan la mejoría o los efectos adversos de la acumulación de medicamentos.

Efectos del CBD en el tratamiento de la epilepsia

En los pacientes en tratamiento con CBD, asociado o no a otros fármacos antiepilépticos, además de la reducción de las crisis en un porcentaje significativo en general mayor al 50% hasta la cesación total, se verifica una mejoría en otros aspectos como por ejemplo a nivel emocional, a nivel cognitivo y motor, así como en la socialización.

En cuanto al cannabis y el tratamiento de la epilepsia, hay algunos casos que no responden satisfactoriamente. En estas situaciones puede ser necesario agregar THC, lo que debe hacerse con cuidado pues este puede aliviar las crisis o desencadenarlas, fenómeno que suele ser dosis dependiente.

Efectos Secundarios de Tratamientos Convencionales

Las primeras descripciones del cuadro sintomatológico de la epilepsia como desorden datan alrededor del año 400 a.C. documentados por el padre de la medicina, Hipócrates. Este desorden es ocasionado por una súbita actividad eléctrica en el cerebro, que a su vez se refleja en una anormal activación de las neuronas involucradas. Dando como resultado lo que se conoce como Convulsiones Epilépticas.

Este desorden parece ser muy resistente ante tratamientos convencionales e incluso dietas cetónicas (alta en grasa, baja en carbohidratos).

Los fármacos categorizados como antiepilépticos son diseñados para reducir la actividad eléctrica dentro del cerebro, por lo cual estos tienden a producir una cascada de efectos adversos y toxicidad, pudiendo ser estos tan o incluso peores que los malestares ocasionado por las mismas convulsiones.

Entre los efectos adversos comunes de medicamentos como Carbamazepina, Lamotrigina y Oxcarbazepina se tiene:

  • Confusion                                      Letargia
  • Mareos                                          Pérdida de concentración
  • Pesadillas                                      Pensamientos suicidas
  • Agresión                                        Reacciones en piel
  • Dolores de cabeza                        Desordenes menstruales
  • Anomalías visuales                       Caída del cabello

Es por esto que, a pesar de años de investigación y desarrollo puestos en estos fármacos, los familiares y afectados con este desorden recurren a opciones un poco menos convencionales.

Referencias:

  • Cilio MR, Thiele EA et al. The case for assessing cannabidiol in epilepsy. Epilepsia, 2014;55(6): 787-790.
  • Fontes MA, Bolla KI, Cunha PJ, et al. Cannabis use before age 15 and subsequent executive functioning. Br J Psychiatry 2011;198:442–447.
  • Griffith-Lendering MF, Wigman JT, Prince van Leewen A, et al. Cannabis use and vulnerability for psychosis in early adolescence—a TRAILS study. Addiction 2013;108:733–740.
  • Porter BE, Jacobson C. Report of a parent survey of cannabidiol- enriched cannabis use in pediatric treatment-resistant epilepsy. Epilepsy Behav 2013;29:574–577.
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